Por: Eduardo Sánchez
“No es Dios quien ha creado este virus para castigarnos, por decirlo así, sino que nuestro Señor no desaprovechará esta circunstancia o adversidad para hablarnos a todos y que nos acerquemos a él, más bien lo vemos como una consecuencia desconocida que se generó en algún lugar y se desató”, mencionó.
“Es una oportunidad para acercarnos a Dios, generar que esto pasará, y cuando se vaya la tormenta nos tiene que dejar una lección, aprender a valorar más a nuestra familia, a las personas por encima de las cosas, especialmente a volver a Dios y a crecer espiritualmente y tener más aprecio por las cosas espirituales y morales antes que las materiales”, resaltó.
Durán invitó a la población a hacer una reflexión en medio de esta crisis, demostrar amor y aprecio por las personas, valorar el tesoro que se tiene en casa, así como la salud, trabajo y la oportunidad que Dios nos da y de darnos cuenta de lo que realmente vale.