Por: Eduardo Sánchez
En su búsqueda por cuidar el dinero público, el presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió reducir el número de regidores en los municipios, pues considera que son un aparato burocrático oneroso.
Incluso el titular del Ejecutivo planteó revisar el sueldo de los ediles, todo en aras de la austeridad, propuesta que podría ser oportuna para Cajeme, luego de que regidores del actual Cabildo, principalmente de Movimiento Regeneración Nacional, se distinguieran por el número de faltas alcanzadas en el primer año de Gobierno, algunos de ellos hasta con 50 inasistencias.
Derivado de ello, en su momento se puso bajo la lupa el desempeño de estos y otros ediles, ya que en la pasada administración una de las regidoras de Cajeme, designadas por Movimiento Ciudadano vivía en Baja California y asistía solamente una vez al mes a Cabildo a levantar la mano.
Los regidores son considerados representantes del pueblo y son parte de una planilla electoral. De acuerdo con Pablo Antonio Beltrán Léon, en Sonora ésta se compone por los candidatos a la Presidencia Municipal, síndico y regidores, estos dos últimos con sus respectivos suplentes, a propuesta de cada partido político participante, cuyo registro es ante el órgano electoral estatal.
Posteriormente electa la planilla, en nuestra Entidad, el conocido como Cabildo, realmente llamado Ayuntamiento, se conforma -para el caso de municipios con más de 100 mil habitantes como es Cajeme- por el presidente Municipal, síndico, 12 regidores por el principio de mayoría relativa, ocho por el principio de representación proporcional conocidos como “pluris” y el regidor étnico, quien nace del consenso que realiza la etnia asentada en el Municipio, en el caso la Tribu Yaqui, dijo el licenciado en Derecho.
Para el también ex secretario del Ayuntamiento, la propuesta de López Obrador jurídicamente es viable y políticamente hay tendencia en ese sentido, sobre todo por las figuras de los plurinominales, tema que ha estado en boga desde ya hace tiempo para el caso de los congresos.
Sin embargo, debe de evaluarse adecuadamente tal posibilidad, en qué medida sería la reducción, porque no hay que olvidar que los regidores desde que asumen el cargo se van asignando a comisiones.
Éstas abarcan diversos temas de la vida municipal, las cuales por cierto no son pocas, de ahí que lo numérico en el caso sí importa en ciudades relativamente grandes, pues con pocos regidores no podrían atenderse debidamente dichas comisiones, señaló.
Con la reducción de regidores, en materia política pudiera correrse el riesgo de que las minorías no tuvieran la debida representación, dijo, por ello insiste en el tema de las Comisiones.
Y es que la Ley de Gobierno y Administración Municipal establece como mínimo seis comisiones, indicó, aunque el Ayuntamiento puede ampliar la gama de comisiones, como en el caso de Cajeme que se eleva en virtud de reglamentos casi al doble de las obligatorias en ley.
Es entonces que nos preguntamos cómo atender tantas comisiones con un número tan reducido de regidores, planteó el también doctor en administración pública: “La reducción a 11, definitivamente creo, en el caso de Cajeme, sí afectaría la gobernanza”.
REGIDORES CON SUELDO ONEROSO: AMLO
Sobre el salario que perciben los regidores -26 mil pesos mensuales más prestaciones, entre ellas ocho mil pesos en vales de gasolina- considero que su trabajo es de todos los días y bajo esa premisa, sí deben de gozar de un sueldo digno para ejercer la función de manera adecuada, dijo.
“El regidor en el mundo de lo ideal y que es lo que la norma contempla, debe de estudiar las problemáticas –sobre todo en los temas inherentes a las comisiones a las que pertenece-, proponer soluciones, idear proyectos, subirlos a la comisión correspondiente, y de ahí defender su postura, debatirla y sacar dictamen adelante para subirlo al Pleno del Ayuntamiento, lugar en el cual deberá de defender su proyecto de origen”, agregó.
Sin embargo, pudiera generarse un sueldo base por la mitad de lo que hoy perciben, y obtener bonos por propuesta hasta llegar a un tope salarial, dijo, es decir, adaptado al momento actual, pudiera ser que los que solo van a sesiones de Comisión y de Pleno, cumpliendo con lo mínimo básico, ganaran 20 mil pesos.
Pero en la medida de sus propuestas, entendidas éstas por planteamientos por escrito, apoyadas en datos técnicos, fundadas y motivadas, irían incrementando su percepción con bonos hasta llegar a los 25, 30, 35 ó 40 mil pesos, sugirió.
Esta propuesta difícilmente pudiera llevarse a cabo en la actual administración, pero pueden dejarse las bases para las siguientes, dijo, ya que la ley Municipal prohíbe aumentar la dieta dentro de un mismo periodo, pero también la ley laboral prohíbe disminuirla.
Hay que considerar que en el caso de Sonora, se trata de una Entidad con poca densidad poblacional, y el caso de los 21 regidores solamente se da para municipios con más de cien mil habitantes, que realmente son como el diez por ciento de los municipios en el Estado, mencionó.
Por tanto, enfocarse a reducir número de regidores en siete u ocho municipios que tienen por su población multiplicidad de servicios públicos, puede ser riesgoso para la debida operación. Esto por supuesto dando por hecho de que los regidores cumplen a cabalidad su función. De no ser así es una situación de hecho que debe de corregirse, pero no necesariamente con una disminución de integrantes.
¿DE QUIÉN ES FACULTAD?
La iniciativa dirigida a modificar la Ley de Gobierno y Administración Municipal, la que actualmente es basada en criterio poblacional, puede provenir del Ayuntamiento de un Municipio o del propio Congreso, señaló Beltrán León
También la puede iniciar el Ejecutivo Estatal e incluso los ciudadanos que representen el 1% del total inscrito en el Padrón Estatal Electoral, dijo.
Las demás etapas del proceso legislativo correrían a cargo del Congreso de Estado y el gobernador promulga, publicando la reforma, añadió.
Si la reforma llega a tocar la Constitución local, sí pasaría invariablemente por los dos recintos: primero por el Congreso y luego por los 72 municipios de Sonora. Una vez aprobada por las dos terceras partes de los ayuntamientos, sería publicada, expresó.
Pero si se llevara a cabo una intención de reducción de ediles, debe hacerse previamente un ejercicio aritmético en relación al número de regidores y al número de comisiones existentes, para que éstas puedan funcionar adecuadamente, agregó.
Actualmente, aun estando cubiertas en ocasiones no generan la productividad deseada, ello porque el Reglamento Interior, aunque sí prevé el tema de las asistencias, no contempla una exigencia mínima en cuanto a propuestas, añadió.
La gran mayoría de las veces los regidores van a sesión de Comisión a analizar asuntos enviados por el Pleno y pocas veces a la inversa: llevar de la Comisión al Pleno los asuntos ya debidamente estructurados. “Se ocupa una mejor regulación que detone la productividad”, mencionó.
A lo anterior habría que agregar que la exigencia de sesiones de Comisión es de una vez al mes y las de Pleno, en caso de ordinarias, la misma cantidad, lo cual es realmente un número poco exigente, señaló, es por ello que la efectividad del trabajo que puedan tener los regidores nace desde donde los proponen
“Los partidos políticos –y el independiente- que incluyen candidatos a regidores deben de ser muy escrupulosos en cuanto a la actitud, trabajo y aporte que puedan brindar ante la ciudadanía en caso de ser elegidos. Su selección, en usos y costumbres, obedece muchas veces a situaciones de grupos, de militancia o de “imán de voto”, como el caso de los líderes de las colonias”, expresó.
Cada trienio termina luciendo un par de regidores de la planilla gobernante, y otros pocos de la oposición. La gran mayoría no realiza propuestas, indicó.
La ciudadanía hoy en día está muy exigente, dijo, los partidos deben de seleccionar adecuadamente y una vez que llegan deben exigirles un desempeño eficiente.
Muy poco se voltea a ver a profesionistas destacados en una comunidad, como ingenieros, contadores, administradores, abogados y otros.
“Debe voltearse a ver más hacia la sociedad civil”, añadió.
Y es que el Gobierno Municipal, al tratarse de servidores públicos y con el respeto a la investidura, debe ser acucioso, vigilar las asistencias e implementar estándares de cuotas mínimas de trabajo dentro de los propios reglamentos, puntualizó.