Celebran Vigilia Pascual en Catedral de Ciudad Obregón

En la ceremonia, presidida por el obispo Felipe Pozos se realizó la bendición del fuego nuevo y el agua que recuerda el bautismo

Por: César Leyva

La comunidad católica de Ciudad Obregón vivió con gran fervor la Vigilia Pascual 2025, una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico, presidida por el obispo Felipe Pozos Lorenzini en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús.

La ceremonia dio inicio en el exterior del templo con la tradicional bendición del fuego nuevo, símbolo de la luz de Cristo resucitado. Tras la bendición, el obispo encendió el cirio pascual, que fue llevado al interior de la catedral, la cual permanecía en total oscuridad. Los fieles, portando cirios y velas, fueron encendiendo sus luces a partir del cirio principal, iluminando gradualmente el templo en un gesto de comunión y esperanza.

Ya en el interior, se entonó el pregón pascual, un antiguo himno que proclama con júbilo la resurrección de Jesús, eje central de la fe cristiana. A continuación, se proclamaron las lecturas bíblicas y salmos que narran la historia de la salvación, comenzando desde el Génesis.

El momento culminante se vivió con el canto del Gloria, ausente durante toda la Cuaresma, el cual fue acompañado por el encendido total de luces y el repique de campanas, en señal de gozo por la victoria de Cristo sobre la muerte.

Los asistentes, en su mayoría vestidos de blanco como signo de pureza y renovación, participaron activamente en esta celebración que marca el inicio del tiempo pascual, un periodo de 50 días en el que la Iglesia conmemora los encuentros del resucitado con sus discípulos.

Durante su homilía, el obispo Felipe Pozos Lorenzini recordó que la Pascua de Jesús debe ser motivo de esperanza y alegría para todos los creyentes, e hizo un llamado a vivir este tiempo con fe renovada.

La celebración concluyó con la bendición del agua y su aspersión sobre los fieles, como recordatorio del bautismo que un día recibieron, símbolo de su incorporación a la vida nueva en Cristo.