Por: Eduardo Sánchez
Por: Fabiola Navarro
Además, este programa no contempla la rehabilitación completa de los callejones, sino de cien o 200 metros de cada uno, dejando al resto de las familias sin este apoyo.
“Pagamos impuestos, nos llega el cobro de tenencia, de agua y de todos los servicios, es decir, aportamos lo mismo que el resto de los ciudadanos y nos tienen en las peores condiciones”, dijo Héctor Navarro Encinas.
“Mis nietos no pueden salir a jugar porque la calle está destrozada, nuestros vehículos se dañan, luce horrible, parece que no merecemos un lugar digno donde vivir”, comentó Jazmín Suárez, vecina del callejón Nicaragua, entre Hidalgo y Guerrero.