Por: Eduardo Sánchez
Por: Luz del Carmen Paredes
En el Valle del Yaqui es mínima el área de siembra establecida, alrededor de cinco mil hectáreas de soya, que es lo fuerte, y el resto de la superficie agrícola queda sin sembrar, lo que favorece el crecimiento de maleza.
Ya se ha planteado la problemática a las autoridades, para que junto con los productores se destinen recursos para el control, pero no han tenido respuesta.
Además, el ganado vago sigue afectando, ya que va de un predio a otro y transporta las semillas, además del daño al suelo.
En los terrenos agrícolas pastorea tanto ganado mayor, como menor, sin que los propietarios de los animales se responsabilicen de los daños causados, refirieron.